martes, 16 de septiembre de 2008

primeros pasos

El pequeñajo venía hacia mí con pasos inseguros, aún estaba aprendiendo a andar. Llevaba una camisa de cuadros tipo country y un pantalón de pana marrón, botitas reforzadas, como correspondía a sus trece meses, y una mirada entusiasta que me decía: “lo estoy consiguiendo, mami”. Esos cuatro pelos mal puestos en su cabezota me hacían imaginarle cuando fuera mayor: algo calvete, rechoncho pero simpático; un buen tipo. La forma de mirar de los hijos es algo que te engancha para siempre. Bien lo saben las madres de cualquier pequeña o pequeño “Don Juan”. Mi Isaac siguió avanzando hacia mí mientras yo iba retirándome un poco de él, para que lograse seguir erguido unos pasos más. De repente, un tambaleo hizo topar su trasero contra el parquet. Los pañales están muy bien pensados, siempre lo he creído así. Con esfuerzo, consiguió agarrarse a la mesa baja del salón y levantarse con cara de "aquí no ha pasado nada". Qué campeón era mi chico, lo conseguiríamos.

A ratos, el mundo acaba justo en la esquina en que te sientes completamente feliz, y nosotros éramos uno la esquina del otro.

8 comentarios:

elchicoquequeriaserbreteastonellis dijo...

La última frase es demoledora, genial, poética... Pásate por mi blog y visita algunos de los recomendados, verás que hay grandes contadores de historias de los que seguro que aprenderás mucho. Saludos!

Concha Barbero de Dompablo dijo...

¡Qué bien escribes, bonita!

Gracias por este regalo lleno de ternura. Aunque... fíjate, me he quedado pegada a la frase: "los pañales están bien pensados" :-) Nunca me había detenido en ello, pero sí ;-)

Y gracias por enlazarme. Allá voy a hacer lo mismo.

Besos

Altea Gálvez dijo...

gracias guapa. Me alegra verte por aquí y me encantan que te guste mi escritura. Dado que llevas veinte años en el tema, es todo un piropazo.

Un abrazo

Concha Barbero de Dompablo dijo...

Tantos años como filóloga, pero lanzarme al mercado... hace muy poco, ya lo sabes. Hay que quitarse muchos miedos antes... ;-)

Besos

ABRAXAS CADIZ dijo...

Me apunto a lo que dijo "elchicoquequería..."
Tu último pensamiento, dicho de forma tan poética y magistral, se me ha quedado clavado en la memoria y en el corazón. Espero que quede ahí para siempre.
Gracias, Altea. No solo sabes expresar lo que vives, conoces y sientes, sino que, para mí, tu mayor valor es ese, vivir, conocer y sentir. Eres un alma grande que, además, sabe transmitir generosamente su grandioso contenido.
Un beso

Altea Gálvez dijo...

Pero bueno,cúanto piropo. Gracias compañero, así da gusto escribir...y vivir. Y más aún compartir algunos de esos ratos contigo.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Lo cierto, ahora que estoy tomando conciencia de ello, es que el proceso de aprendizaje de los peques no está exento de misterio y maravilla, resulta increíble cómo, poco a poco, van desarrollándose hasta que empiezan a pensar por ellos mismos y descubren el mundo.
Gracias Altea por compartir uno de esos momentos secretos y mágicos.

Un besazo.

Altea Gálvez dijo...

Gracias a ti compañero. Espero que te guste esto y verte por aquí.